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Rendición de cuentas 2019
Darío Hidalgo

Darío Hidalgo

Ingeniero Civil, Especialista en Evaluación de Proyectos, MSc y PhD en Planeamiento de Transporte
 

La Movilidad en Bogotá: más continuidades que rupturas


Edición Nº 7. Diciembre de 2020. Pensar la Ciudad
Autor: Darío Hidalgo | Publicado en December 22, 2020
Imagen articulo La Movilidad en Bogotá: más continuidades que rupturas

Cada cuatro años Bogotá reinventa el discurso de movilidad. Lo cierto es que se arrastran más continuidades que rupturas. La transición de Enrique Peñalosa a Claudia López se percibe más en los anuncios que en los hechos. La alcaldesa, en su sentido más práctico y responsable, continúa varios de los proyectos iniciados en el cuatrienio anterior mientras hace anuncios de grandes inversiones. La ciudad volvió a estar en construcción después de casi tres lustros de estancamiento. 

El legado de Peñalosa

En 2019, el promedio de satisfacción de los habitantes de Bogotá con la ciudad era 43% según la encuesta de percepción ciudadana de Bogotá Como Vamos[1].  Dentro de las prioridades estratégicas sobresalen la seguridad y la movilidad con niveles de satisfacción menores al 30%. Los Bogotanos también deseamos menos contaminación del aire, contaminación visual, basura y escombros en las calles y ruido, más árboles y calidad de los cuerpos de agua.  Esos temas redundan directamente en la imagen del alcalde y de su gestión y en la confianza en las instituciones locales.

El alcalde Peñalosa tuvo una imagen favorable de 29% en 2019, su último año de gobierno, cercana al 32% de su antecesor Gustavo Petro en 2015, mejor que el 11% de Samuel Moreno en 2011, e inferior a las de Luis Garzón (65% en 2017) y de Antanas Mockus (58% en 2013).  El estado de la movilidad juega un papel importante en esas percepciones. Según la encuesta BCV 2019, la satisfacción media con la movilidad era 47%. La satisfacción más alta era la del uso de la motocicleta, 90% con 6% de los viajes; la más baja la de TransMIlenio, 23% con 37% de los viajes.

El avance de las principales propuestas fue menor al esperado. Aunque se ven valiosas mejoras en seguridad vial (3 años consecutivos a la baja), avance en infraestructura para bicicletas (aumento del uso en 40% desde 2015), mayor satisfacción con viajes a pie y aumento de la malla vial en buen estado; la percepción de inseguridad, el porcentaje de evasores y la satisfacción con el servicio de TransMilenio y el SITP no lograron las metas del Plan de Desarrollo.

Metas de Movilidad Seleccionadas Plan de Desarrollo 2016-2020, Avance a 2019

Meta 2020

Línea Base 2015

Resultado 2019

Observaciones

Disminuir en 15% las fatalidades en accidentes de tránsito

544 fatalidades

505 fatalidades en 2019 (7.17%)

3 años de reducción (2017-2019) con Visión Cero Bogotá, aunque no se logró la meta PDD

Construir 120 km de ciclorrutas

440 km construidos

100 km construidos mas 20 km en ejecución

Avance satisfactorio

Alcanzar 50% de la malla vial en buen estado

23% bueno, 28% regular, 49% en mal estado

46% en buen estado, 29% regular, 24% malo

Avance cercano a la meta

100 % Plan Anti-evasión sistema de transprote público

15% de evasores según estudio Universidad Nacional 2017

No se presentó medición

No se percibe avance significativo

Alcanzar 30% de satisfacción usuarios del SITP-TransMilenio

Satisfacción 19% Troncal, 32% Zonal (24% ponderado)

23% Troncal, 24% Zonal (23% ponderado)

No avanzó, aunque subió de 13% en 2018 a 23% en 2019 el troncal

Disminuir a 80% percepción inseguridad en TransMilenio

85% según encuesta Cámara de Comercio de Bogotá

90% Inseguro o muy inseguro según encuesta de CCB 2019

No avanzó

 

20% de Satisfacción con el Viaje A Pie

61% en 2016 según BCV

72% en 2019 BCV

Mejoró, aunque menos de 20%

Fuentes: Informe de Calidad de Vida 2018 BCV  https://bogotacomovamos.org/vigesimo-primer-informe-de-calidad-de-vida-en-bogota/

Anuario Seguridad Vial 2019 SDM https://www.simur.gov.co/portal-simur/wp-content/uploads/2019/files/datos-abiertos/documentos/anuario/Anuario_2019.pdf

Informe de Gestión SDM 2019 https://www.movilidadbogota.gov.co/web/sites/default/files/Paginas/02-12-2019/presentacion_audiencia_publica_rc_2019_sector_movilidad-sdm-02-dic-19.pdf

Encuesta Victimización CCB 2019 file:///C:/Users/dhida/Downloads/Infografa%20E%20Victimizacin-2019%2011.12.pdf

Encuesta de Percepción BCV 2019 https://bogotacomovamos.org/encuesta-de-percepcion-ciudadana-2019/

Los principales proyectos de transporte público quedaron en marcha, con entregas esperadas entre 2025 y 2028.  Además del cable de Ciudad Bolívar puesto en marcha en 2018[2], se logró la aprobación, financiación y contratación de la Primera Línea Metro de Bogotá (24 km), la contratación de las troncales de la Av. Caracas al sur (4.2 km), Av. 68 (17 km) y Av. Cali (7.4 km) en 2020.  También se avanzó en la renovación de flota de TransMilenio (que debía reemplazarse desde 2011), con un total de 1,514 buses biarticulados y articulados que aumentan en 40% las plazas disponibles (flota de Gas Natural Euro 6 y Diesel Euro 5). También se licitaron buses zonales, del STIP de los cuales se contrataron 483 buses eléctricos.[3]

En el lado negativo, se suspendió por medidas cautelares la contratación de la troncal de Carrera Séptima (24 km) y parte de la licitación de buses zonales se declaró desierta (2,655 buses). También se declaró desierta la licitación de estacionamiento en espacio público.[4]  Algunos de estos proyectos continuaron en el primer año de Claudia López. La troncal de la Séptima fue anunciada como Corredor Verde en noviembre de 2020, con cambios en el perfil vial (más espacio peatonal, ciclorruta en el sector de Chapinero, estaciones abiertas) y buses eléctricos duales en vez de biarticulados.[5]

Qué sigue Claudia López

La llegada de la pandemia obligó a recomponer muchos de los planes, sin embargo, las propuestas de movilidad no tuvieron un recorte sustancial. Más bien se potencializó la implantación de la red de ciclorrutas y la puesta en marcha de proyectos que generaran empleo.

Como indicó Bogotá Como Vamos en un documento de observaciones[6], el Plan de Desarrollo 2020-2024 es bien intencionado, con enfoque hacia la sostenibilidad y la equidad, “teniendo como eje estructurador la red de metro regional”. El Plan incluye proyectos específicos para para mejorar la experiencia de los usuarios en el transporte público y aumentar tanto las validaciones en el sistema integrado como su confiabilidad; reducir el número de víctimas fatales en siniestros de tráfico en 20%; incorporar mantenimiento y extensión de redes peatonales y de bicicleta; avanzar el Metro, trenes de cercanías y cables aéreos (San Cristóbal y Usaquén); atender la movilidad escolar, incluyendo programas de viaje a pie y en bicicleta; avanzar en cultura ciudadana; implantar instrumentos de medición de la calidad del transporte público individual; y gestionar el tráfico para mantener los tiempos de viaje de todos los usuarios. En su conjunto las intervenciones apuntan a una movilidad más sostenible y segura.

La alcaldesa ha anunciado el diseño conceptual de la Carrera Séptima como un Corredor Verde al que además le adicionó la idea de un cable aéreo (Centro Internacional-Monserrate-Guadalupe-Santa Fe-Voto Nacional).[7] También anunció el inicio de estudios para la Segunda Línea del Metro (Barrios Unidos-Engativá-Suba)[8].  También anunció la financiación y ejecución de la Ciclo-Alameda del Medio Milenio; un corredor de prioridad ciclista y recuperación de espacio público de 28 km, que ya había completado estudios de factibilidad.[9]  La pandemia permitió acelerar los planes de implantación de ciclorrutas: se pasó de corredores provisionales a carriles de bicicletas permanentes en vías principales como la Carrera Séptima, la Avenida Novena y la Calle 13. 

La administración actual ha puesto en marcha los buses contratados en la administración anterior para las troncales de TransMIlenio y el SITP zonal y ha avanzado nuevas licitaciones. En diciembre 2020 se adjudicaron 406 buses eléctricos adicionales[10], y se espera continuar con más de dos mil buses faltantes. El Concejo de la ciudad, a través de un acuerdo de emergencia climática, estableció la meta de sólo comprar buses eléctricos a partir de 2022.  El acuerdo fue objetado por por inconveniencia (costos adicionales frente a alternativa de vehículos de combustión interna). El Concejo rechazó las objeciones por unanimidad y se comprometió a revisar fuentes de financiación y mecanismos para hacer factible la compra de solo vehículos eléctricos.[11]

La continuidad de los procesos de contratación de las troncales y de la primera línea metro elevada de la administración anterior, han generado rechazo en algunos sectores de oposición a Peñalosa.  La alcaldesa ha sido práctica y ha preferido avanzar con proyectos que, si bien rechazó durante su campaña electoral, significan mejoras reales en la movilidad de los bogotanos.  Incluso el diseño conceptual del Corredor Verde, que incluye e-buses en carril exclusivo, ha generado rechazo en las mismas personas que se opusieron a TransMilenio en la Séptima.

Los anuncios de nuevos proyectos sin que medie evaluación técnica de alternativas muestran en cambio, mucho más sentido político que técnico. Estos proyectos requerirán maduración a través de estudios de factibilidad, y necesitarán surtir procesos de decisión con el gobierno nacional para su financiamiento.  Esa parte ha probado ser más difícil que la preparación técnica en el pasado, y genera incertidumbre frente a su ejecución.

Por último, queda el gran reto de cubrir el déficit del SITP-TransMIlenio, exacerbado por la caída de demanda durante la pandemia.  Allí, se han planteado propuestas de nuevos cargos a vehículos particulares, cuya aprobación por el Concejo de Bogotá, o en el Congreso es difícil. 

La superación de retos de preparación y financiamiento requiere sentido de urgencia.  Ya ha pasado un año y las principales nuevas propuestas siguen en fase conceptual.  Los anuncios de López son optimistas, como lo fueron los de Peñalosa frente a cronogramas.  Por ahora hay que resaltar que, después de 14 años de iniciación de los corredores de TransMIlenio Fase 3, hay más de 60 km de nuevos corredores de transporte masivo en ejecución, más otros 100 km en preparación.   

La actual alcaldía ha comprobado que es mejor construir sobre lo construido; si bien en el discurso existen rupturas, en la realidad hay varias continuidades.  Eso es bueno, es mejor una ciudad en construcción, en desarrollo, que en permanente discusión e inacción.


[9]  https://bogota.gov.co/mi-ciudad/movilidad/ciclo-alameda-medio-milenio