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Rendición de cuentas 2019
Ariel Ávila

Ariel Ávila

Investigador de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares)

Columnista de Semana.

Seguridad y convivencia en pandemia


Edición Nº 5. Octubre de 2020. Pensar la Ciudad
Autor: Ariel Ávila | Publicado en October 15, 2020
Imagen articulo Seguridad y convivencia en pandemia

El año 2020 ha sido un año atípico en materia del comportamiento delictivo en Colombia; desde que se identificó el primer caso de COVID-19 en el país, los analistas y expertos en seguridad ciudadana y convivencia coincidieron en prever un escenario de incertidumbre que implicarían las medidas para prevenir el contagio, básicamente el aislamiento o cuarentena, los toques de queda y las restricciones a la movilidad, sobre el delito en general. Sin embargo, tras más de seis meses de encierro, obligatorio y parcia, se evidencian comportamientos particulares en cada uno de los fenómenos delictivos, aunque en general descienden por obvias razones, la disminución en algunos casos no resulta ser tan significativa como se esperaba.

A continuación se presentan de algunos avances del informe de seguridad urbana y convivencia en pandemia, un documento que prepara la Línea de Seguridad Urbana y Crimen Organizado de la Fundación Paz y Reconciliación, a partir de una lectura de los datos disponibles, que dan cuenta del comportamiento delictivo en el país. Vale la pena aclarar que al momento de escribir este texto se contaba con información consolidada de la base de datos del Sistema de Información Estadística Delincuencial, Contravencional y Operativa de la Policía Nacional – SIEDCO al 31 de agosto de 2020 y que estos en futuros reportes podrían variar.

Homicidio

De acuerdo con los datos del SIEDCO, entre 2016 y 2019, los casos de homicidio del total nacional alcanzaron su pico en 2018 cuando se incrementaron en un 5% con respecto a 2017, mientras que el año pasado el total se redujo en menos del 1%. El comportamiento del homicidio en Colombia ha tenido una tendencia a la baja con algunos rebotes desde el año 2012, cuando se registraron más de 16.000 casos, consecuencia directa de las negociaciones de paz y la firma del acuerdo final con las FARC-EP

Gráfico  1. Número de homicidios nacionales 2016 - 2020

 

 

 

 

 

 

Fuente: Elaboración: PARES a partir de datos del SIEDCO. Cifras preliminares de 2020 hasta 31 de agosto, sujetas a variación.

Entre el 1 de enero y el 31 de agosto del año en curso han ocurrido un total de 7.513 homicidios en el país, frente a 8.298 casos que se habrían presentado en el mismo periodo de 2019; es decir, la reducción de los casos a lo largo de este año de pandemia corresponde a tan solo el 9%. Al inicio del año, las cifras nacionales habían sido similares a los totales registrados en las respectivas vigencias de 2019; un caso más en enero y un incremento del 6% (53 homicidios adicionales) para febrero. La reducción durante el mes de marzo fue del 25%, en abril del 34%, en mayo del 16%, y en junio del 5%. Durante los meses de julio y agosto se han presentado incrementos del 1%, siendo agosto el mes con mayor violencia homicida del año, como se evidencia en la siguiente gráfica.

Gráfico 2. Número de homicidios nacionales. Enero-Agosto comparativo 2019 -2020

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: Elaboración: PARES a partir de datos del SIEDCO. Cifras preliminares de 2020 hasta 31 de agosto, sujetas a variación.

Desde la tercera semana de marzo, cuando empieza el “Simulacro por la vida” en Bogotá, adoptado por otras ciudades y departamentos, que luego empata con el inicio de la emergencia sanitaria y la entrada en rigor del aislamiento estricto, se empieza a notar una reducción significativa en los casos de homicidio en todo el territorio nacional, pasando de un promedio semanal de 230 homicidios en todo el país durante las primeras 11 semanas del año, a un promedio de 169 homicidios durante las 10 semanas de aislamiento estricto. Sin embargo, cuando empieza a regir el aislamiento preventivo, con medidas más laxas, el homicidio vuelve a dispararse. 

Como se mencionó anteriormente, la reducción real en el periodo comparado (Enero-Agosto /2019-2020) fue del 9% en total, un dato que llama la atención si se tiene en cuenta que la mayor parte del país se mantuvo encerrada en este periodo; lo que nos lleva a preguntar: ¿los grupos y organizaciones delincuenciales que perpetran la mayor cantidad de homicidios siguieron actuando con normalidad? ¿no hubo suficiente control policial debido a la priorización en mantener las medidas de aislamiento?

Veamos cómo se comportó el homicidio en varias ciudades del país; las principales ciudades de la Costa Atlántica registraron incrementos en el número de homicidios desde las primeras semanas de marzo; 7 casos adicionales en Cartagena, y 4 en Barranquilla. Por su parte, Bogotá vivió un periodo más violento en comparación con 2019, particularmente durante el mes de febrero, así mismo, presentó incrementos en los meses de mayo y junio, lo que explica la modesta reducción del 4% de los casos a 31 de agosto. 

Por su parte Cali exhibe una tendencia al incremento, que se manifestó en los meses de junio y julio del aislamiento parcial; aunque presenta en el total del año una reducción de 66 homicidios (-9%) y su tasa a la fecha de corte es de 29,7 homicidios por cada cien mil habitantes, más de cuatro puntos por encima de la tasa nacional de 2019, la cual se ubicó en 25,4%. La reducción de Medellín es sorprendente: en lo corrido de 2020 han caído en un 43%, lo que se explica no solo por las medidas de confinamiento, sino también porque ha coincidido con un año en el que gran parte de las disputas del crimen organizado en el Valle de Aburrá se han trasladado hacia otras regiones de Antioquia; de hecho, ni siquiera en el periodo de normalidad sobrepasaron los casos de 2019.

El periodo de normalidad en Cúcuta fue menos violento en comparación con los casos registrados en 2019, pues los homicidios se redujeron desde febrero hasta abril. Sin embargo, durante todos los meses entre mayo y agosto se han presentado incrementos, en tanto que continúan disputas de microtráfico en la ciudad y masacres en su área rural vinculadas a los enfrentamientos entre el ELN y Los Rastrojos. 

Quibdó ha representado uno de los casos más preocupantes, los homicidios en esta ciudad se han incrementado en un 92%. La compleja situación que ha vivido la capital del Chocó por confrontaciones entre organizaciones criminales ha incrementado el indicador durante todos los meses de este año. Al 31 de agosto, su tasa de homicidios supera de lejos la media nacional con 74,9 casos por cada cien mil habitantes y la ubicaría dentro de las primeras ciudades más violentas del mundo, pues a la fecha es similar a la tasa de Caracas de 2019 (74,65). 

Lesiones personales

Desde el año 2016 hasta el 2019 las cifras de denuncias por lesiones personales superaron los 119.000 casos por año, en el transcurso del 2020, hasta el mes de agosto, se han registrado 51.518 en todo el territorio nacional. En los últimos 4 años, los casos lograron su pico en 2018 con 138.306 para el total nacional. El año pasado las denuncias de este tipo de delito se habrían reducido un 14%, con respecto a la sumatoria de 2018, ubicándose en 119.281 casos denunciados en todo el país. 

Para 2020, frente a los casos de los respectivos meses en 2019, las denuncias por lesiones personales del total nacional tienen reducciones en todos los meses, siendo febrero el mes que presenta la menor reducción (-3%). La mayor reducción (-62%) ocurre en abril. Por su parte en los meses de mayo y junio, las denuncias disminuyen -51%, en julio y agosto -37% y -38% respectivamente. 

Según los datos consultados del SIEDCO, durante la primera semana de aislamiento estricto (tercera de marzo), el número de denuncias se reducen un 79% (547 denuncias frente a 2.549 en la semana de comparación), pero se percibe una tendencia al alza sostenida desde la segunda semana. En el periodo de pandemia el pico se logra en la cuarta semana de aislamiento parcial (cuarta semana de junio), para entonces los casos fueron un 29% menores en el total nacional, comparado con 2019. 

En total, hasta el 31 de agosto, se han registrado 51.518 casos de lesiones personales en el país, cerca del 70% se concentran en las siguientes ciudades:  Bogotá con 9.724 (34%), Cali 2.946 (10%), Medellín 2.350 (8%). Barranquilla (1.230), Cartagena (1.162), Bucaramanga (1.171), e Ibagué (1.063) aportan cada una 4% y Villavicencio (951) 3%. 

La reducción en los casos de lesiones personales ha sido uno de los hechos más representativos, consecuencia directa y casi obvia de las medidas de aislamiento impuestas por el gobierno nacional y los mandatarios locales, ya que disminuyen los encuentros en calles y por ende se reducen el número de episodios asociados a riñas entre organizaciones delictivas o simplemente se evitan comportamientos que afectan la convivencia entre pares. 

Hurto a personas

El hurto a personas se ha convertido en un dolor de cabeza para las entidades territoriales y las autoridades policiales, debido a su constante incremento: entre 2016 y 2019 las denuncias por hurto a personas en el SIEDCO venían en un crecimiento exponencial. En 2018 y 2019 las capitales representaron el 79% de los casos nacionales y se habían incrementado en un 19%, en 30 de las 32 capitales. Como se observa en el Gráfico 3, hasta agosto de 2020 los casos se encuentran inclusive por debajo de los totales de 2016 y es de esperarse que este año cierre en un punto medio entre los totales de 2017 y 2018. 

Gráfico 3. Número de denuncias de hurto a personas nacionales 2016 - 2020

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: Elaboración: PARES partir de datos del SIEDCO. Cifras preliminares de 2020 hasta 31 de agosto, sujetas a variación.

Según cifras del SIEDCO, hasta el mes de agosto se han presentado 128.966 denuncias de hurto a personas en todo el territorio nacional, frente a 196.337 casos en el mismo periodo de 2019, lo que corresponde a una reducción del 34%. El año inició con un incremento en el mes de enero del 40%, pero en el mes de febrero ocurre una reducción del 5% frente a los casos del mismo mes en 2019. Aunque para el mes de marzo las denuncias se reducen, las medidas de confinamiento llevan los casos al -73% en el mes de abril. Desde entonces, las disminuciones han oscilado: -55% en mayo, -43% en junio, -37% en julio y -47% en agosto. 

El 2020 inició con una cifra bastante elevada con respecto al 2019, durante la primera semana del año se registraron 9.565 casos en todo el país, 5.148 casos más que la misma semana del año anterior; ahora bien, desde el 20 de marzo, fecha en la que comienzan las medidas de aislamiento, la caída en los registros es pronunciada. Ocurre una disminución del 79% respecto a la última semana de normalidad, pasando de 4.378 casos a 917 en la primera semana de aislamiento estricto. También es evidente que conforme se flexibilizaron las medidas de confinamiento, fueron aumentando los casos registrados. En los primeros días de julio se alcanza la cifra más alta en el periodo de aislamiento parcial con 2.961 casos; es decir, aumentaron casi 4 veces respecto a la cifra más baja registrada en todo el año de 754 casos en la segunda semana de aislamiento estricto en marzo. 

Todas las ciudades capitales exhiben reducciones en las denuncias de hurtos a personas, la mayoría desde las primeras semanas de marzo y con incrementos en la fase de normalidad; las ciudades con población mayor al millón de habitantes (Bogotá D.C, Medellín, Cali, Barranquilla y Cartagena) concentraron cerca del 78% de todos los hurtos a personas denunciados en el país. En Bogotá han ocurrido 52.657 casos en todo el año, cifra que constituye el 53% de todos los hurtos a personas denunciados en las capitales en el país y presenta una reducción del 37% en el total de denuncias con respecto a las de 2019. 

Cali presenta una reducción significativa de denuncias con respecto al año anterior, un 39%. Cabe resaltar que las medidas de toque de queda y ley seca han sido adoptadas en distintas ocasiones durante la pandemia, lo que, si bien no parece reducir la indisciplina para contener los contagios, sí logra separar a quienes se dedican al hurto de sus víctimas.  En otras ciudades intermedias, como Santa Marta, se redujeron las denuncias un 41% respecto al año anterior y Villavicencio con 38% menos que en el 2019. Pero la reducción más grande ocurre en Bucaramanga en el aislamiento estricto, con una caída del 72% en las denuncias. 

Gráfico 4. Número de denuncias de hurto a personas nacionales. Comparativo Enero-Agosto 2019-2020

 

 

 

 

 

 

Fuente: Elaboración: PARES partir de datos del SIEDCO. Cifras preliminares de 2020 hasta 31 de agosto, sujetas a variación.

Como se evidencia en el Gráfico 4, el hurto a personas ha tenido una reducción significativa en comparación con el año anterior, aunque se disparó en enero, la tendencia durante los primeros meses del año es a la baja, llegando a un piso histórico de 6.492 casos durante el mes de abril, y desde ahí reinicia su repunte, sin sobrepasar los totales del 2019. Esto evidentemente se debe al menor uso de transporte público y tránsito en las ciudades y centros poblados, debido a las medidas de aislamiento, evitando acciones como cosquilleo, atraco y raponazo. Sin embargo, es necesario hacer precisión sobre una modalidad de hurto que preocupa, pero de la que no se tiene información discriminada por ciudades:  el hurto a bicicletas. En Bogotá D.C. está disparado el robo de bicicletas, como lo muestran la analítica de datos de la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia del distrito, sobrepasando los casos denunciados en 2019, en 6 de los 8 meses del 2020 analizados. Consecuencia del mayor uso de este medio de transporte y del incremento del mercado negro de partes de bicicleta es proporcional al aumento de la demanda de estas. 

Gráfico 5. Número de denuncias de hurto a bicicletas en Bogotá D.C. Comparativo Enero-Agosto 2019-2020

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: Elaboración: PARES partir de analítica de datos del SIEDCO - Secretaría Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia. (Disponible en: http://analitica.scj.gov.co/analytics/saw.dll?Portal ) Cifras preliminares de 2020 hasta 31 de agosto, sujetas a variación.

Otros hurtos

Frente al hurto a comercio, las denuncias registraron incrementos hasta el año 2018, para presentar una leve reducción del 6% en 2019. A diferencia de los hurtos a personas, las denuncias se han reducido durante todos los meses del 2020. Para el 31 de agosto, el SIEDCO reportaba 24.376 (-41%) casos frente a 41.255 en el mismo periodo de 2019; el mes que presenta la mayor reducción (-67%) corresponde a abril con 1.726 denuncia frente a 5.173 en el mismo mes de 2019. Al inicio de la cuarentena se pensaba que estas denuncias crecerían exponencialmente, debido a la escasez de empleo y al aumento del hambre que se evidenciaba con los trapos rojos en varios municipios y capitales del país, sin embargo, esto no sucedió así, mas allá de los saqueos que la prensa nacional registró en Bogotá D.C, Soacha, Pereira, Cartagena, Cali y Santa Marta, a inicios de la cuarentena no se tiene reporte de casos similares. 

La evidente reducción de este tipo de denuncias en 2020 está ligada a los cierres de establecimientos comerciales, ya que en el aislamiento estricto sólo se permitió el funcionamiento de actividades básicas y a que el proceso de reapertura en las capitales más grandes solo permitió su funcionamiento por días específicos de las semanas. A partir de la flexibilización de las medidas de restricción hay un incremento sostenido hasta la segunda semana de julio, cuando se presenta la cifra más alta: 469 casos en todas las capitales del país.

Con relación al hurto a residencias, en lo corrido de 2020, de 20.846 denuncias totales, 12.399 casos corresponden a las ciudades capitales, es decir, han concentrado un 59%. Las denuncias del total nacional registraron un ligero aumento del 1% en el mes de enero de 2020 respecto al total del mismo mes en el año anterior, para febrero hubo 231 casos menos (-6%) en comparación con el mismo mes de 2019. Aunque para marzo las denuncias también se reducen, la mayor caída (-62%) se observa en abril. Obviando el subregistro, es claro que las denuncias caen pues un mayor número de personas se encuentra en casa a causa del confinamiento, lo que dificulta la comisión de este tipo de delito. Durante la primera semana de aislamiento estricto los casos denunciados son tan solo 474 en el total nacional y 124 en las capitales. 

Durante 2020, de los 12.399 casos en todas las capitales, Bogotá concentra el 40%, seguida de Cali (9%), Medellín (8%) y Villavicencio (4%), el 39% restante se distribuye en las otras 28. Aunque todas presentan reducciones en el año, solo Valledupar registró un incremento del 6% en el aislamiento estricto con 53 casos frente a 50 en el periodo homólogo de 2019.

En cuanto al hurto a automotores, desde 2016 las denuncias registran una tendencia al alza, llegando a su pico en 2019 con 10.113 casos; para 2020, la reducción total al 31 de agosto es de -24%; 1.795 denuncias menos con respecto a la sumatoria hasta agosto de 2019. Con respecto a los demás tipos de hurto, el de automotores cuenta con escaso margen de subregistro y presenta las menores reducciones. Generalmente detrás del hurto de automotores se encuentran organizaciones que se dedican también al robo y tráfico de autopartes para negociarlas en el mercado negro. Durante este año, si bien las denuncias se redujeron en un 79% para abril, en julio esta reducción fue tan solo de un 8%, frente a los casos de los respectivos meses en 2019. 

En la semana previa a la primera de aislamiento estricto las denuncias se reducen un 4% en los casos nacionales y en las capitales el 17%. La caída es pronunciada desde el inicio del simulacro, aunque la mayor reducción de casos ocurre en la segunda semana de aislamiento estricto (última de marzo) 15 casos en las capitales de 21 en todo el país. Desde mediados de mayo, cuando aún regía el aislamiento estricto, los totales semanales vuelven a ser superiores a la centena de casos. Durante el confinamiento la variación porcentual de las denuncias frente a los casos registrados en las respectivas semanas de 2019 es del -64%, en el aislamiento parcial de -14% y desde el inicio de la emergencia sanitaria -35% en las capitales del país.  

Al igual que el hurto de automotores, el hurto a motocicletas venia en ascenso desde el 2016, llegando a su pico en 2019 con 35.704 casos denunciados; en lo corrido de 2020, se registran al 31 de agosto 15.798 (-32%) casos en el total nacional, frente a 23.133 casos en el acumulado hasta agosto de 2019. Durante el aislamiento estricto, la tendencia del hurto a motocicletas se nota al incremento, llegando a un pico en la primera semana de julio cuando ya regía el aislamiento preventivo, con 567 denuncias solo 99 menos que la misma semana del 2019, ubicándose en un promedio casi estable de 442 casos semanales entre la segunda semana de julio y el 31     de agosto.

Violencia intrafamiliar

Hasta agosto de 2019, el SIEDCO reportó un total de 73.288 denuncias por violencia intrafamiliar, mientras que en lo corrido del año se reportan 71.144; es decir, los casos en este año tan solo se han reducido un 3%.  Esto se explica porque los incrementos en los meses de enero y febrero rompieron en un 56% la tendencia de los respectivos meses de 2019 y algunas ciudades registran incrementos en el aislamiento estricto y escasas reducciones en el parcial. Del total nacional hasta el 31 de agosto 55.231 caos, es decir, un 77.6% correspondían a mujeres víctimas.

Gráfico 6. Número de denuncias por violencia intrafamiliar nacionales. Enero-Agosto comparativo 2019-2020

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: Elaboración: PARES partir de datos del SIEDCO. Cifras preliminares de 2020 hasta 31 de agosto, sujetas a variación

Las denuncias de violencia intrafamiliar tienen un incremento marginal del 2% en relación con los casos del mismo mes del año 2019, como lo muestra la Gráfica 6. Es decir, los registros fueron tan altos en las primeras semanas de marzo, que cuando se reducen como consecuencia del confinamiento lo hacen en un 48% (965 denuncias frente a 1.845 en la respectiva semana de 2019), y no es suficiente para que el número de casos sean menores en comparación con 2019.  En abril, la reducción total es apenas del -3%, mientras que el Boletín 4 de la Línea 155 señala un aumento de las llamadas en un 147%.

Para el momento en el que se empiezan a relajar las medidas de aislamiento estricto, a mediados de mayo, y aun cuando se supondría que esto facilitaría el acceso a la denuncia por parte de las víctimas, por el contrario, los casos vuelven a decrecer hasta más o menos los 1.500 en el total nacional y 950 en el total de las capitales, para presentar nuevamente rebotes en la 4 semana del aislamiento parcial (cuarta semana de junio) que vuelven a rozar las tendencias de 2019. 

El hecho de que las tendencias no regresen a los niveles del principio del año y que, de hecho, se sigan reduciendo desde las últimas semanas de junio, mientras las tendencias fueron en ascenso en esos meses de 2019, puede alertar sobre posibles incrementos del subregistro. Claramente, si bien el menor número de denuncias ya no se estaría presentando solo por el encierro de víctimas y agresores, es necesario adelantar mayores estudios para determinar si los registros están siendo ahora influenciados por la dependencia económica de las víctimas y la necesidad de seguir contando con un hogar, así sea violento, para resguardarse del contagio. Otro punto para analizar es que las llamadas a las líneas para denunciar la violencia doméstica no integran la totalidad del subregistro, pues no todas las víctimas cuentan con acceso a un teléfono. 

Comentarios finales

Las medidas de aislamiento, estricto o preventivo, para evitar el contagio del COVID-19 han tenido cierto grado de influencia en las manifestaciones de los delitos y los comportamientos contrarios a la convivencia, en la mayoría de los casos, salvo violencia intrafamiliar y la modalidad del hurto a bicicleta, se evidenciaron reducciones significativas durante el mes de abril de 2020, o incluso desde las ultimas semanas de marzo, notándose valles en los números totales de casos de denuncia; consecuencia obvia del encierro generalizado. Esto ha complicado la evaluación de las políticas de seguridad y convivencia que las nuevas autoridades locales, posesionadas el 1 de enero, implementaron, pues el aislamiento obligó un comportamiento atípico del delito, dificultando la atribución de logros en las reducciones observadas.

Un hecho clave que debe ser analizado con mas cuidado tiene que ver con el papel de la Policía Nacional, ya que en últimas se convirtió en el agente o delegado del gobierno nacional y de las autoridades locales para hacer cumplir las medidas de aislamiento, lo cual quizá incidió en la desviación de sus funciones de control del delito; esto se evidencia en que entre abril y junio del 2020 el mayor número de capturas en resultados operativos estuvieron asociadas a la violación de medidas sanitarias y solo en julio y agosto vuelve al primer lugar las relacionadas con tráfico, fabricación o porte de estupefacientes. 

Es preciso, además, hacer un llamado de atención al análisis crítico de los datos, ya que, si bien se cuenta con una serie de bases de datos trasparentes de fuente oficial, el subregistro es latente. En casos como la violencia intrafamiliar y los delitos sexuales estos suelen ser altos, pero como agravante se tiene el confinamiento ya que, como se mencionó, las víctimas en su mayoría mujeres y menores de edad están obligadas a convivir con su agresor, dificultando la denuncia por cualquier canal. 

Finalmente, el hurto presentó ciertos niveles de disminución en varias de sus modalidades, sin embargo y como se ha insistido, se debe a obvias razones; por otra parte, se debe prestar especial atención al hurto a bicicletas, que en Bogotá está desbordado, las autoridades deben adelantar medidas de prevención y control a este delito. Aunque se han venido realizando esfuerzos es preocupante el incremento desproporcionado entre mayo y agosto. El registro y matricula de bicicletas parece ser insuficiente, si no se desarrollan operativos contundentes contra quienes se lucran del robo y venta en el mercado negro, la tendencia seguirá en aumento.