×
Enlaces de servicios prestados por la Universidad
Servicios Universidad Distrital
Servicios
Rendición de cuentas 2019
Yency Contreras Ortiz

Yency Contreras Ortiz

Profesora Instituto de Estudios Urbanos
Universidad Nacional de Colombia

El papel de la universidad en el estudio de la ciudad latinoamericana


Edición N° 8. Febrero 2021. Pensar la Ciudad
Autor: Yency Contreras Ortiz | Publicado en March 01, 2021
Imagen articulo El papel de la universidad en el estudio de la ciudad latinoamericana

La ciudad de hoy es distinta a la de otros momentos de la historia, pues integra dos componentes fundamentales: un mundo globalizado y urbanizado con todo lo que ello implica. Con los procesos de urbanización acelerados de la primera mitad del siglo XX (en el caso latinoamericano) acudimos a transformaciones socio-territoriales, políticas, económicas y culturales, que sin duda modificaron las condiciones de ocupación y apropiación territorial, así como los circuitos de poder que se expresan en las ciudades. El conjunto de interacciones en lo local y con el mundo, acompañadas de la revolución de las comunicaciones y tecnologías de la información generaron nuevas formas de entender y comprender el tiempo, el espacio y al ser humano en lo urbano. 

Estos cambios de la ciudad no son solo de tipo cuantitativo (por ejemplo, cantidad de población viviendo en ciudades), sino que le imprimen una relevancia especial en términos de las posibilidades de entender la teoría, los valores y las prácticas de la vida urbana. Estas transformaciones y cómo se viven en distintos contextos; así como las diferencias y desequilibrios territoriales producidos en el mundo contemporáneo se expresan igualmente en la producción y el acceso al conocimiento sobre lo urbano.  

De esta manera, hoy la ciudad no solo es un espacio físico o una aglomeración de actividades económicas, sino que es una realidad social y política con actores de carne y hueso con intereses, afinidades, ideologías; un conjunto de expresiones culturales y étnicas diversas; un ambiente que atraviesa la dimensión territorial y desborda la idea del consumo presente e infinito. Incluso, en las condiciones actuales de pandemia cobra mucha relevancia la idea de salud territorial, que implica transformaciones en la interacción de las distintas dinámicas a nivel territorial y de la sociedad como un todo. 

También la relación entre la ciudad y la universidad, aunque data de mucho tiempo atrás viene transformándose. Por ejemplo, Gaete (2015), retomando a Del Val (2003) señala que “la historia de la universidad europea en sus orígenes en la Edad Media muestra que las relaciones de la universidad con las ciudades, específicamente con el Municipio, se expresaban respecto de la formación del personal demandado por las entidades municipales, o la aplicación de tributos y exenciones de carácter municipal al funcionamiento de las universidades”. Hoy habría que preguntarse ¿qué tipo de relación existe entre ciudad y universidad? ¿cómo se expresa? ¿cómo se estudia esta relación?

Por un lado, los campus universitarios son parte de la ciudad y están en constante interacción con ella, incluso en el caso de Bogotá, el Campus Universitario de la Universidad Nacional fue determinante en el proceso de su desarrollo (Viviescas, 2019); por otro, cada vez más, los estudios sobre la ciudad hacen parte de los intereses y las estructuras de los programas académicos. La respuesta a cómo se entiende la ciudad, qué tipo de conocimiento se produce desde la Universidad y cómo impacta la realidad social, impone retos a la academia y a las distintas disciplinas y campos de estudio que pretenden entender los fenómenos urbanos y territoriales y actuar sobre ellos. 
Esto es un problema interdisciplinar que requiere de articulación de marcos analíticos y metodológicos. Tal como lo señala Repko (2012), citado por Morales Carreño y Carreño Durán (2017), la interdisciplinariedad se puede definir como “[…] a process of answering a question, solving a problem, or addressing a topic that is too broad or complex to be dealt with adequately by a single discipline, and draws on the disciplines with the goal of integrating their insights to construct a more comprehensive understanding” (p.16)

Lejos de ser un campo de análisis acabado, los estudios urbanos constituyen una oportunidad, un conjunto de teorías, metodologías y herramientas que retoman e intercambian los soportes analíticos de las distintas disciplinas y co-producen y transforman el conocimiento; y tienen tanta importancia porque reconocen el territorio y sus actores, así como sus relaciones desde distintas dimensiones. Ese giro espacial como lo llaman algunos estudiosos, o el reconocimiento de la ciudad como actor, sujeto y protagonista en sí mismo, viene produciendo debates académicos de gran relevancia.  

Sin embargo, de acuerdo con Marcano (2010), “la industria de la edición de los trabajos de investigación sobre lo urbano se fortalece en universidades y centros editoriales situados en muy pocos países; además de que los estudios sobre América Latina en su gran mayoría se producen fuera de nuestras instituciones educativas y de investigación” (pág. 77).  Con todo el valor que esto último puede tener, en el país tenemos retos importantes en el estudio de la ciudad en sus diferentes dimensiones y manifestaciones.

Las universidades estamos llamadas a contribuir con este campo de estudio, con investigaciones de largo plazo, de impacto, explicativas, que aporten a la construcción de conocimiento de la ciudad, pero también a sus políticas públicas. Esto quiere decir que la apuesta por una sociedad del conocimiento en un contexto de innovación y cambio tecnológico debe incluso, plantear preguntas y respuestas que aporten a cuestionar y orientar la toma de decisiones públicas.

En este aspecto es fundamental señalar que el estudiar la gran ciudad no es suficiente, pues es importante comprender el conjunto de los actores del sistema urbano en todos los niveles (comunidades, actores políticos, sociales, económicos, judiciales, etc.). Adicionalmente, el fenómeno urbano no solo puede ser entendido a partir de las estructuras urbanas fragmentadas separadas de lo rural, sino en permanente interacción con estas. Es decir, bajo una visión de lo urbano que supere la morfología urbana y se preocupe por las demás dimensiones y relaciones de los diferentes actores en el territorio. 

Nos enfrentamos a un momento de cambio en la fase del proceso de urbanización que requiere de la reflexión y actuación académica. Las dinámicas territoriales y con ello la transformación de los problemas urbanos, así como las instituciones del siglo anterior están cambiando, de allí la necesidad de una universidad colombiana y latinoamericana transformadora, reflexiva y comprometida con estas realidades. 

Los programas de pregrado, posgrado y doctorado y las unidades académicas básicas, institutos y centros de investigación en las universidades públicas y privadas estamos en el centro de este reto.  Hoy la integración de la universidad con la ciudad en todo el mundo, contempla no solamente deshacer los límites físicos, sino que implica reconstruir las relaciones de la academia con los ciudadanos. En esta labor, la ciudad como productora de relaciones e interacciones es la mejor justificación. Así las universidades tienen el reto de ser dinamizadores urbanos, centros de pensamiento y de producción e intercambio de conocimiento de calidad, cercano a los ciudadanos, desconcentrado y con objetivos sociales. 

Hoy el país cuenta con algunos espacios académicos propios para promover la investigación sobre la ciudad, pero aún se requieren importantes esfuerzos que trasciendan el trabajo particular de algunos grupos y docentes, de algunos institutos y centros; así como la integración de las actividades de docencia, investigación y extensión. Esto implica no solo un cambio formal, sino de la forma de concebir desde la política pública el papel de la academia en la sociedad actual y sus necesidades. 

En el contexto actual, la pandemia impactó al mundo y especialmente a las ciudades; puntualmente la Universidad se enfrenta a nuevas condiciones de interacción en desarrollo de las actividades de docencia e investigación. De esta manera, volvemos sobre un conjunto de preguntas relacionadas con ¿Qué nos interesa investigar? ¿Cómo se investiga sobre/para/desde la ciudad? Pero más allá del objeto de la investigación, tal como lo señala Claudia Carreño hay “maneras” de investigar, hay prácticas en cada investigador(a) y, entre otros aspectos, temas éticos centrales en los cuales se deben centrar nuestras reflexiones (Comunicación personal, 2021). 

Referencias

Gaete Quezada, Ricardo. Relación de la universidad con la ciudad. Un estudio de caso. Revista de Ciencias Sociales (Ve), vol. XXI, núm. 2, abril-junio, 2015, pp. 275-287. Universidad del Zulia
Maracaibo, Venezuela Disponible en https://www.redalyc.org/pdf/280/28041012007.pdf

Marcano R. Frank (2010). Universidad y ciudad. University and City. Editor invitado. Instituto de Urbanismo, Universidad Central de Venezuela. Bitácora 17. (2) 2010: 76 - 82 Universidad Nacional de Colombia.

Morales Carreño, J., & Carreño Durán, E. (2017). Cider: una historia de cooperación internacional y de estudios interdisciplinarios en desarrollo regional. En J. Pineda Duque, B. Helmsing, & C. Saldías Barreneche, Universidad y desarrollo regional. Aportes del CIDER en sus 40 años (págs. 3-28). Bogotá, D. C.: Universidad de los Andes.