El término smart city, se traduce como ‘ciudad inteligente’, nació en la década de los noventa para referirse  a las iniciativas que se estaban realizando en diferentes países, orientadas a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, la sostenibilidad y la gestión eficiente de los servicios públicos a partir de la innovación en materiales y recursos y, sobre todo, utilizando la tecnología, las redes de comunicaciones y las TIC de forma intensiva ( Fundacion Cercle Tecnològic de Cataluny (CTECNO), 2012). Aunque existen muchas definiciones sobre qué es una smart city, en este artículo se utilizará la dada por la Asociación para la Innovación Europea de Ciudades y Comunidades Inteligentes: Son sistemas de personas que interactúan y que utilizan los flujos de energía, materiales y financiación para catalizar el desarrollo económico sostenible, flexible y una alta calidad de vida (Tobergte y Curtis, 2012).

Fuente: https://dzone.com/articles/heres-how-the-internet-of-things-iot-technology-is

Estos flujos e interacciones se vuelven inteligentes mediante el uso estratégico de la infraestructura y las TIC, en un proceso de planificación urbana y gestión transparente que responde a las necesidades sociales y económicas de la sociedad. De esta forma es posible unir todos los campos del conocimiento en torno de una sociedad digital que aprovecha y usa los recursos naturales de forma inteligente sin dañar la naturaleza y conviviendo con la misma.

Los desarrollos tecnológicos que se implementan en la ciudades inteligentes imponen numerosos retos relacionados con la seguridad de la información, el procesamiento de grandes volúmenes de datos provenientes de sensores y de toda la actividad cotidiana, el uso de teléfonos móviles por parte de todos, la información que deben publicar los entes gubernamentales y por ende la toma de decisiones por parte de los gobiernos relacionados con el comportamiento humano, aspectos que anteriormente no estaban resueltos por medio de la tecnología pero que hoy en día ya están definidos y que pueden ser utilizados en casi todas las ciudades del mundo.

Los pilares que sustentas las ciudades inteligentes del futuro:

Las TIC son imprescindibles para crear ciudades innovadoras y sostenibles, debido a que el gran derroche económico implícito al modelo de producción capitalista y los problemas de crecimiento de las ciudades la escasez de vivienda, la pobreza extrema, la delincuencia, la congestión del tráfico vehicular, la contaminación medioambiental y otros males que aquejan nuestra sociedad, debido a esto es necesario racionalizar todos los aspectos que engloban a la ciudad (Zárate, 1991) a través de planes estratégicos de desarrollo urbano real de las ciudades donde se tengan en cuenta todas las variables. 

De acuerdo con la austeridad del uso y conservación de la materia y la energía vista desde el punto de la física, es necesario revisar cuales son los pilares de la smart city estos pilares son: los datos, la inteligencia colectiva, las tecnologías móviles y los sensores. Todo debe estar interconectado y funcionando como un enfoque holístico; a continuación, describimos la importancia de estos pilares y su relación directa con la toma de decisiones por parte del Gobierno.

Datos: Los datos son muy importantes en una ciudad inteligente es fundamental hablar de los movimientos open data y open goverment, y su función en la smart city. 

La Inteligencia colectiva: Lévy en el 2007 presenta este aspecto como fundamental para construir una smart city, pues requiere el compromiso y la participación de todos los interesados que viven en las ciudades. 

Las tecnologías móviles y los sensores: Jerez en el 2013 describe los aspectos necesarios para gestionar y controlar aquellos elementos urbanos que se ubican en toda la ciudad para construir y crear una “realidad en red”. 

Estos pilares contribuyen a la construcción de un espacio urbano que Gordon y Souza en el 2010 denominan localidad red, lo cual permite a los interesados colaborar y utilizar el conocimiento basado creado en la red para cambiar la percepción de una zona urbana; con enfoques en uso del suelo hacia abajo y hacia arriba. 

El concepto de desarrollo sostenido surgió a fines de los años setenta como intento de superación de la confrontación entre crecimiento y conservación medioambiental, donde este último aspecto debe ser conservado por los humanos, se tiene previsto que en el año 2050 las grandes ciudades pasaran de tener 10 millones de ciudadanos a casi 50 millones, de acuerdo con este crecimiento exabrupto es importante organizar todos los aspectos que giran alrededor de las ciudades inteligentes como Transporte inteligente, Gobierno inteligente, medio ambiente inteligente, E-Salud, educación, distribución de la población de forma equitativa y con espacios adecuados para vivir bien y muchos más que deben ser abordados.

Fases para migrar hacia una ciudad inteligente:

Fase 0: Para lograr consolidar a futuro una ciudad inteligente es necesario trabajar un marco estandarizado, abierto e interoperable entre las entidades del Estado, este marco de trabajo puede ser generado por medio de Togaf que permita alinear los objetivos misionales de cualquier entidad con la TIC, es importante realizar esta fase fundamental, porque así las diferentes entidades pasan a tener una arquitectura tecnología que sea compatible con las otras instituciones.

Fase 1: Realizar un diagnóstico de las funciones que realiza las entidades del Estado, por ejemplo, transporte inteligente. Es necesario alinear organizaciones como Transmilenio, SITP, Semaforización y otras para organizar información para intercambiar funciones y temas relacionados con el transporte, rutas, eficiencia de los servicios, cantidad de buses, seguridad, etc.

Fase 2: Conectar a nivel de datos organizaciones que tienen diferentes temas misionales, por ejemplo, la Secretaria de Seguridad, la Policía, Ejercito con Transmilenio para garantizar el intercambio de información y la toma de decisiones por medio de Inteligencia Artificial, en caso de producirse un fallo de seguridad de los ciudadanos.

Fase 3: Crear planes de ordenamiento territorial unificados, al tener muchas instituciones hablando el mismo lenguaje, datos, servicios y planificación inteligentes es posible crear planes en conjunto donde se tengan en cuenta otras variables como el medio ambiente, el uso de energías renovables, transporte, comunicaciones, seguridad, justifica, salud pública y privada, recreación, vivienda y gobierno inteligente.

Fase 4: Depuración de fallos y generación de nuevos modelos de Smart City integrados. En esta fase se debe revisar el modelo generado y medir el resultado del mismo para crear lecciones aprendidas y modelos de gestión del conocimiento que permitan el crecimiento del país de acuerdo a su modelo comercial, por ejemplo Emiratos Árabes Unidos dependen comercialmente del oro negro o el petróleo y gracias a las grandes ganancias han realizado inversiones en materia de infraestructura para transformar ciudades como Dubái en ciudades que pretender vivir del turismo a futuro y dejar su dependencia de los hidrocarburos.

Conclusión:

Este articulo pretende sentar las bases para crear ciudades inteligentes interconectadas entre todas las entidades públicas y privadas en Colombia, vislumbrar la imperiosa necesidad de establecer los nuevos objetivos a futuro de nuestra nación ya que debido a su posición geográfica a su amplia variedad de climas térmicos, la cultura y los diferentes grupos étnicos es posible pensar en generación de turismo como eje fundamental de la economía apoyado por agricultura inteligente y generación de energía eléctrica gracias a los grandes ríos y altas montañas que poseemos, solo así podremos pensar en un gran futuro para todos los ciudadanos.