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Rendición de cuentas 2019
Jorge Iván González

Jorge Iván González

Doctor en Economía, profesor universitario, consultor

Estructuras de gasto y política pública


Edición Nº 1. Junio de 2020. Pensar la Ciudad
Autor: Jorge Iván González | Publicado en June 16, 2020
Imagen articulo Estructuras de gasto y política pública

En las Bases del Plan de Desarrollo de Bogotá, Un Nuevo Contrato Social y Am-biental para la Bogotá del Siglo XXI, se hace una comparación de las estructuras del gasto de las familias del 2011, 2014 y 2017. El examen de la evolución del gas-to de las familias es un instrumento muy útil para definir los énfasis de la política pública de la ciudad.

Bogotá ha tenido el cuidado de realizar encuestas multipropósito (EM) de manera regular, que permiten observar los cambios del consumo a lo largo del tiempo. La EM conjuga capacidad de pago y calidad de vida.

Los cambios intertemporales


Estructura del Gasto (%) de los hogares de Bogotá, por deciles (EM 2011, EM 2014, EM 2017)
 

Decil

Alimentos

Vivienda

Transporte

Salud

SPD

Educación

Otros

Total

2011

22,9

23,4

9,9

8,4

4,5

7,4

23,4

100

1

27,5

28,3

7,7

4,8

9,7

2,3

19,7

100

2

27,2

25,8

9,3

5,9

7,8

3,4

20,6

100

3

27,2

24,8

9,0

6,3

6,9

4,3

21,5

100

4

27,0

24,0

9,5

6,5

6,2

4,4

22,4

100

5

26,9

22,9

9,9

7,0

5,8

5,3

22,3

100

6

25,1

22,4

10,8

7,2

5,4

6,4

22,7

100

7

23,9

22,3

10,5

7,8

4,7

7,4

23,3

100

8

22,9

22,4

11,0

8,3

4,3

7,7

23,3

100

9

21,4

23,2

10,8

9,3

3,5

8,2

23,7

100

10

19,8

23,7

9,0

10,1

3,0

9,5

24,8

100

2014

18,0

26,6

10,3

9,6

4,0

8,8

22,6

100

1

25,6

38,4

7,2

4,9

6,3

1,7

16,0

100

2

27,1

32,9

8,3

5,8

5,9

2,9

17,2

100

3

26,4

31,1

8,8

6,4

5,8

4,0

17,6

100

4

25,4

29,6

9,4

7,0

5,6

4,5

18,5

100

5

24,0

28,4

10,2

7,5

5,5

5,5

18,9

100

6

22,3

27,9

9,7

7,9

5,3

6,9

19,9

100

7

20,8

26,8

10,5

8,5

4,5

7,5

21,4

100

8

18,4

25,7

11,0

9,6

4,1

8,4

22,8

100

9

15,6

25,1

10,4

11,0

3,5

10,9

23,5

100

10

12,1

24,4

11,0

11,8

2,5

12,0

26,3

100

2017

16,6

29,3

8,7

10,1

7,2

7,5

20,6

100

1

24,5

42,4

5,4

3,9

10,1

1,5

12,2

100

2

24,9

37,5

7,1

4,8

10,3

2,3

13,2

100

3

24,4

34,5

8,1

5,5

10,2

2,9

14,4

100

4

23,5

33,1

8,7

6,2

10,3

3,4

14,9

100

5

22,0

31,6

9,4

6,7

10,0

4,3

16,0

100

6

20,5

30,8

9,8

7,3

9,2

5,4

16,9

100

7

18,7

30,0

9,7

8,2

8,6

6,3

18,5

100

8

16,7

29,6

9,6

8,8

7,8

7,2

20,4

100

9

14,6

29,1

8,8

10,4

6,7

8,3

22,0

100

10

11,4

25,3

8,0

14,4

4,5

10,8

25,5

100

                   


SDP es servicios públicos domiciliarios

Fuente: Gallego, González y Sepúlveda (2019). Ver, además, Alcaldía de Bogotá (2020)

El cuadro capta los cambios en la estructura de consumo de los hogares. Hay varios hechos relevantes.

i) Es notable el creciente peso de la vivienda. En el total pasó de 23,4% en el 2011 a 29,3% en el 2017. ii) La participación de la vivienda aumentó de manera significativa en los deciles inferiores, que corresponden a los hogares más pobres. En el decil 1, por ejemplo, pasó de 29,3% en el 2011 a 42,4% en el 2017. iii) Ha disminuido el peso de los alimentos, que en el total pasaron de 22,9% a 16,6%. iv) La participación del gasto en servicios públicos se aumentó. Y el decil 1 pasó de 9,7% a 10,1%. v) Y también en el decil 1, se observan disminuciones relativas en los gastos en transporte y educación.

El consumo y el ejercicio de la libertad

Este acercamiento al análisis de las estructuras de consumo está inspirado en la llamada Comisión Sarkozy, integrada por Stiglitz, Sen y Fitoussi (2010). El principio básico es sencillo: las personas están bien si su capacidad de consumo aumenta. Y ello se logra si disminuye el peso que tienen los bienes básicos en la estructura de consumo.

Desde esta perspectiva, la ciudad va bien si las personas pueden ampliar su consumo, de tal manera que puedan elegir los bienes que consideran valiosos. El aumento de la capacidad de pago es una condición necesaria aunque no suficiente para mejorar el bien-estar. El ingreso es indispensable para que la persona pueda llevar a cabo el plan de vida que juzga apropiado. Si la política pública logra que los hogares reduzcan el gasto en alimentos, vivienda, educación, servicios públicos, etc., a las familias les queda un margen para adquirir los bienes de su preferencia. Y esta posibilidad de elección es una condición necesaria para el ejercicio de la libertad. En las discusiones más complejas se introducen otras dimensiones, además de la capacidad de pago, que contribuyen al ejercicio de la libertad. En los diálogos socráticos se le da relevancia a la virtuosidad. Y, entonces, para que haya calidad de vida se necesita ingresos (capacidad de pago) y virtuosidad. Así que el desarrollo humano se puede entender como la ampliación del espacio de las capacidades para el ejercicio de la libertad (Sen 1985).

La política pública puede reducir el peso de los bienes básicos

Es importante que este Plan de Desarrollo haya puesto en el centro del diagnóstico la estructura de consumo . Como lo muestra el estudio de ONU Hábitat (López y Carrera 2014), las ciudades tienen un amplio margen de maniobra para aligerar la carga del consumo de los hogares. Algunos ejemplos son ilustrativos.

El costo de los alimentos se puede reducir si Bogotá mejora la logística. i) Corabastos es una plaza medieval. Se pierden un volumen importante de alimentos y, además, la eficiencia es muy baja. ii) También se puede disminuir el costo de la oferta alimentaria, si se mejoran los canales de comunicación y de transporte entre Bogotá y los municipios vecinos . iii) Y, además, la ciudad también puede contribuir a mejorar la productividad de las fincas de sus zonas rurales. Se debe evitar que la producción de alimentos se aleje de los centros urbanos.

En vivienda también es posible que desde la ciudad se creen mecanismos para reducir los costos. El aumento del precio del suelo y de la vivienda crea fenómenos de gentrificación y expulsión. Los hogares que no pueden pagar los altos costos de la vivienda tienen que migrar hacia los municipios cercanos. Y, además, si el precio de la vivienda sube las familias se ven obligadas a reducir otros gastos, como el de alimentos, para poder cumplir con el arriendo.

Algunas acciones del gobierno distrital tienen relación directa con el costo de la vivienda. i) Sorprende la timidez de los programas de renovación urbana. Es fundamental dinamizar a Metrovivienda y a la Empresa de Renovación Urbana (ERU). ii) A la administración distrital le falta audacia para buscar mecanismos alternativos de financiación. El Plan de Desarrollo se quedó sin instrumentos novedosos como la titularización de derechos de edificabilidad, que permitirían contribuir a la financiación de la vivienda social (VIP y VIS). iii) Se le debe prestar atención a la concentración, y a la especulación inmobiliaria, y a su incidencia perversa en el aumento de los precios del suelo. iv) Los estudios de la dinámica catastral de Bogotá tienen que coordinarse con los de los municipios cercanos. Este es un asunto neurálgico de la metropolización. Si el precio inmobiliario sube en Bogotá, se acentúa la demanda por vivienda en Soacha, Madrid, Mosquera... v) El Plan no propone alternativas claras para que la ciudad participe, junto con los privados, de las mayores rentas derivadas de la dinámica urbana.

Los hogares pobres deben reducir el gasto en transporte. i) De manera acertada en el Plan de Desarrollo, en gran parte por las evidencias derivadas de la crisis generada por el Covid 19, reconoce que el transporte masivo necesita una gran participación de lo público. Colombia tiene que dejar de lado, de manera definitiva, la pretensión de financiar la operación con la tarifa al usuario. ii) El Concejo de la ciudad puede determinar el nivel de subsidio de la tarifa.

En servicios públicos domiciliarios también se pueden reducir los costos para los hogares más pobres. i) Es necesario replantear la estratificación porque son evidentes los errores de inclusión y exclusión. Este diagnóstico, en contra de la estratificación actual, ha sido común a las tres últimas administraciones de Bogotá. ii) La estructura tarifaria debe ser más progresiva. Es inaceptable que el peso de los servicios públicos sea mucho más alto en el decil 1 que en el decil 10. Es importante, entonces, consolidar derechos como el mínimo vital de agua.

En educación y salud la ciudad debe continuar avanzando hacia la gratuidad total. Sería ideal que estos bienes tuvieran una participación cercana a cero en la estructura de consumo.

El menor gasto en bienes básicos y la mayor felicidad

Los hogares de Bogotá serán más felices si las políticas distritales contribuyen a reducir los gastos necesarios, de tal forma que las familias tengan recursos suficientes para ir a Melgar, jugar tejo, conocer el mar, comprar tenis con ruedas y camisetas que brillen. Este es un primer paso para el ejercicio de la libertad real, no simplemente formal. Y en este proceso de ampliación del espacio de las capacidades, la administración de Bogotá juega un papel fundamental.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

ALCALDIA MAYOR DE BOGOTA., 2020. Un Nuevo Contrato Social y Ambien-tal para la Bogotá del Siglo XXI. Bases del Plan Distrital de Desarrollo 2020-2024, Alcaldía Mayor de Bogotá, Bogotá.

CONCEJO DEL DISTRITO ESPECIAL DE BOGOTA., 2012. Acuerdo 489. Por el Cual Se Adopta el Plan de Desarrollo Económico, Social, Ambiental y de Obras Públicas para Bogotá, Distrito Capital, 2012-2016, Bogotá Humana, Concejo de Bogotá, Bogotá.

GALLEGO Juan., GONZALEZ Jorge., SEPULVEDA Carlos., 2019, coord. Di-námica del Bienestar Social en Bogotá y su Región, 2011-2017, Colombia Científica, Alianza Economía Formal e Inclusiva (EFI), Universidad del Ro-sario, Bogotá.

LOPEZ Eduardo., CARRERA José., 2014, coord. Construcción de Ciudades Más Equitativas. Políticas Públicas para la Inclusión en América Latina, ONU Habitat, CAF, Avina, Nairobi.

SEN Amartya., 1985. Commodities and Capabilities, Oxford University Press, New York, 1999.

STIGLITZ Joseph., SEN Amartya., FITOUSSI Jean-Paul., 2010. Informe de la Comisión sobre la Medición del Desarrollo Económico y del Progreso So-cial. Resumen, L’Institut d’Etudes Politiques, IEP, Paris.